Y tan ancha se ha quedado. A María Escario le ha faltado profesionalidad, tacto y compasión a la hora de dar la noticia sobre la muerte de Shoya Tomizawa.
Desafortunada entrada: "La muerte del japonés ha relegado a un segundo plano el sexto triplete del motociclismo español". Si es la sexta vez que los pilotos españoles consiguen un triplete tampoco es la noticia tan novedosa, por lo que se podrían haber ahorrado eso de "segundo plano". Para continuar: "Ya lo sabemos todos, es innato a la vida de un piloto". Esto es lo mismo que se dice del periodista que ha sido asesinado mientras cubría una guerra, es aquello de: "Ya sabía donde iba". Son palabras del que no sabe de lo que habla, tópicos que no tendríamos que escuchar en un informativo. Y, tras más palabras gratuitas disfrazadas de melancolía, da paso a los enviados especiales. Miguel Serrano nos describe perfectamente los hechos, no se complica demasiado y consigue conmovernos un poquito más. Marc Martín nos transmite el verdadero ambiente de tristeza que se vive en el Circuito, aunque me lo dejo de creer cuando habla Jorge Lorenzo: "Cuando ocurren cosas de estas es difícil concentrase y volver otra vez a pilotar rápido" y cuando veo la imagen de los pilotos levantando la copa en el podio. Por último, Ernest Riveras me deja atónita cuando escucho que dice, mientras habla de las victorias de España en ese mismo circuito: " (...) pero todo eso ha quedado en agua de borrajas por culpa del desgraciado accidente y la muerte de Shoya Tomizawa". Ojalá no hubiera quedado en agua de borrajas.
No soy nadie para criticarlos, es simplemente mi opinión. No pretendo poner en duda su profesionalidad, porque eso es indiscutible, quizás por eso me llamó tanto la atención cómo enfocaron la noticia.
"No tendría que haber hablado de esta noticia
porque no tendría que haber ocurrido"
Jéssica hb
