Sentimientos encontrados

Como le contaba a mi amiga Ditas, esta mañana me he levantado contenta y animada y en esto yo soy como las loterías, nunca sé que me va a tocar. Pero hoy me he levantado bien y no era ningún día especial. Nada me iba a librar de mis clases de informática ni de mi siesta diaria, pero tenía esa cosilla en el cuerpo, quizás porque sabía que sólo me quedaban dos días para irme a casa.


Como cada mañana he mirado el correo, pero esta vez con el gusanillo en el estómago por si me había llegado ya. Y ahí estaba el email. Me he puesto nerviosa, contenta, aliviada, preocupada, todo a la vez. Lo he abierto y sin detenerme a leer he ido directamente a lo que me interesaba: la fecha del día de la entrevista. Y ha sido en ese momento cuando mis ojos se han encharcado y tres pensamientos me han venido de golpe a la cabeza: Por fin, después de tantos meses, voy a tener una entrevista de trabajo!!; me quedo sin ir a Palma, ni cena el sábado, ni ver a los peques, ni paella el domingo...; acabo de perder 100 euros!!!!


¿Cómo se supone que debo estar? ¿Contenta porque tengo una entrevista? ¿Triste porque no puedo ir a Palma? ¿Indignada porque no me devuelven el dinero del billete de avión? Lo que estoy es enfadada conmigo misma, por haberme precipitado a comprar el billete y enfadada con las circunstancias (¿puede uno estar enfadado con las circunstancias?) porque hace casi dos meses que no voy a Palma y en todo ese tiempo no he tenido nada que hacer y ahora que decido irme unos días me sale lo de la entrevista, ¿no me podía haber salido antes? ¿o un poco más tarde?


Todavía si me dieran el trabajo...