“Cocineros sin estrella” es todo un homenaje a los miles de cocineros, incluidas nuestras madres y abuelas, que desarrollan su oficio con honestidad y están dotados

José Ribagorda | Ole tus fogones
¿Quién de vosotros está enganchado a “Cocineros sin estrella”? No me extrañaría que fueseis la mayoría porque sin duda se trata de un programa que, cuando has  terminado de ver uno de sus capítulos te quedas con la sensación de conocer un poquito mejor nuestra gastronomía más tradicional y de haber descubierto oficios que creías ya desaparecidos. Pero lo que realmente le apetece a uno después de ver el programa es visitar todos y cada unos de los lugares que nos ha dado a conocer nuestro entrevistado de hoy, José Ribagorda.
Jéssica.: Le tengo que confesar que estoy doblemente sorprendida después de haberle visto presentando “Cocineros sin estrella”. Primero por la frescura y naturalidad que desprende fuera del plató, ¿Tenía ganas de conducir un programa sin corbata?
José Ribagorda.: La verdad es que todo ha surgido de una manera un tanto espontánea. Hablando un día conté el viejo proyecto de escribir “Cocineros sin estrella”. A Tele 5 le gustó muchísimo la idea y decidió convertirlo en un programa de televisión. No hubiera presentado un programa que no estuviera relacionado con la gastronomía, que es una de mis grandes aficiones. Me he sentido muy cómodo, sin corbata como dices, y recuperando el ejercicio periodístico fuera de un plató de televisión.
Y en segundo lugar, estoy gratamente sorprendida porque lo que parecía iba a ser un programa más de entretenimiento sobre la gastronomía española resulta ser una clase magistral sobre nuestras recetas más tradicionales, sobre productos de la tierra y sobre gentes humildes que con estrella o sin ella se han ganado todo el cariño de la audiencia, ¿Cómo surgió esta idea tan original?
Le agradezco mucho su opinión. Surgió precisamente de ese viejo proyecto de escribir un libro en el que se reconociera el trabajo de cocineros y cocineras, algunos con cincuenta años de oficio en los fogones, que me impresionaron cuando los visité y que entendía  no tenían el suficiente reconocimiento mediático.
¿Quién se ha comido los suculentos platos que se han  preparado en “Cocineros sin estrella”? ¿Cómo estaba ese chuletón del restaurante “El Capricho”?
Pues te puedo decir que en muchas ocasiones yo no. En concreto el día de la grabación del chuletón cogí un tremendo catarro y mientras mi equipo si tuvo el privilegio de probarlo, yo me tuve que ir a descansar al hotel para seguir grabando por la tarde.
Cuarenta minutos de programa en el que absolutamente todo lo que se cuenta es interesante no debe ser fácil de preparar…
Pues no. Hace falta mucho trabajo previo. Diseñar el programa. Buscar información, contactar con todas aquellas personas que nos puedan resultar interesantes y puedan complementar cada programa. Mucho trabajo en fin.
En  nuestro país debe haber muchos cocineros sin estrella, ¿Qué criterios se han tenido en cuenta para seleccionar a los protagonistas de esta primera edición?
Son muchos , sí. Realmente “Cocineros sin estrella” es todo un homenaje a los miles de cocineros, incluidas nuestras madres y abuelas, que desarrollan su oficio con honestidad y están dotados. En cuanto a los criterios, en la mayoría de los casos ha sido mi experiencia personal. En los demás me he asesorado con expertos o me he documentado.
El programa tiene su propio libro “Cocineros sin estrella” ¿Se trata de un libro sólo con las recetas del programa?
Hay mucho más. Son muy interesantes los consejos que dan sobre como ellos elaboran cada plato. Cada restaurante y cada cocinero lleva además una introducción mía sobre la gastronomía de la zona.
¿Cómo es que han elegido música tan moderna e internacional para un programa en el que se habla precisamente de tradición y de lo nuestro? ;)
La música no es lo prioritario. Aunque hay música nuestra. En el programa dedicado a “El Campero” de Barbate, sonó el gran Miguel Poveda. Tambien en Galicia utilizamos a músicos gallegos.
¿Qué es lo mejor que se lleva de esta experiencia?
Haber contribuido a que se valore la excelente gastronomía que tenemos y se conozca más. También el haber hecho feliz a humildes cocineros a los que, creo, no se les había reconocido públicamente su buen hacer.
Mil gracias José!
Jéssica Hernández