Secretos de Libreta

Los que me conocen saben que siempre llevo una libretilla en el bolso para apuntar mis famosas listas. Me gusta dejar por escrito todo lo que tengo que hacer a lo largo del día, asuntos pendientes e incluso planes de futuro. Mis libretas son pequeñas y me gusta que tengan elástico para cerrarlas -porque también las lleno de tarjetas y papeles sueltos-. Llevo utilizándolas desde que dejé la agenda del colegio (que eso más que agenda parecía un diario) hará por lo menos diez años, y las tengo todas guardadas, muchas en Palma y alguna en Granada.


Ayer decidí echar un viztado a las que tenía a mano y quedé decepcionada. Me dí cuenta de que lo único que cambiaba en esas listas era la fecha. Llevo desde el 15 de septiembre de 2008 intentando apuntarme a un curso de inglés (el caso es que ya he ido a dos diferentes pero todavía hoy es un punto pendiente en mis listas, ¿por qué no sigo en esos cursos?) En mis libretas me organizo muy bien la vida, apunto todos los planes, frases que se me ocurren, los localizadores de los aviones, el menú semanal...¿Por qué me empeño tanto en plasmarlo todo en un papel y después ni lo miro? Así pasa lo que pasa: hago planes el mismo día con varias personas a la vez, cuando llega el martes ya no sé qué comer y cuando voy al aeropuerto me doy cuenta que lo apunté en otra libreta.
Ya no me compro ni una sola libreta más.
"Apuntar lo que tienes que hacer sólo te servirá para recordar lo que no has hecho."
Jéssica hb